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Acompañamiento al duelo

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Estar en duelo por la pérdida de un ser querido o de la propia vida es una situación de mucha vulnerabilidad por lo que apoyarnos en alguien desconocido nos puede generar incertidumbre. Entendiendo este hecho comparto mis experiencias y aprendizajes tanto a nivel personal como académico.

Mi primer acompañamiento se dio en 2011. Gracias a aquella experiencia descubrí que alguien ajeno a la familia, estando en sintonía pero sin sentir un dolor tan grande, puede ser de gran ayuda al final de la vida. Me ocupé de aspectos prácticos, de dar lo que se me pedía en base a mis capacidades y de escuchar con presencia por afecto, humanidad y compasión.  Fue un gran regalo y un honor. 

Después llegaron otros acompañamientos, pérdidas más centrales en mi vida. Conocí en primera persona la enfermedad, la muerte y el duelo por un ser querido que es pilar de la propia vida.

Transitar mis duelos me llevó a profundizar en el proceso. Necesité abordar las pérdidas  en las distintas etapas de la vida y busqué la formación adecuada en el Instituto IPIR de Barcelona de la mano de Alba Payàs. Necesité dejar que me doliera desde la expresión emocional y me embarqué durante años en un proceso de psicoterapia de la mano de Eva Inés y Marisol Vázquez. Sentí un agradecimiento inmenso y el deseo de Celebrar la Vida para poner en valor todo lo compartido y así lo hice. Tiempo después quise ponerlo al servicio y me formé en este campo de la mano de Glynis German. Me mantengo en una formación continua, siendo mi último reto el cultivo de la compasión, que entreno con Izaskun Andonegi.

El acompañamiento al final de la vida solo es posible desde nuestra propia relación con la muerte. Cuando se acerca el momento de morir estamos en el duelo para el que nos han ido preparando todas las demás pérdidas: el duelo ante la pérdida de la propia vida. 

Desde niña sentí mucha curiosidad por todo aquello que me rodeaba y de repente dejaba de estar vivo, así como por el impacto que muerte causaba en mí y en los demás. Estudié Anatomía Patológica con el deseo de conocer en profundidad el cuerpo físico y la enfermedad y aquello, como era natural, despertó mi curiosidad hacia lo intangible e inefable. Años más tarde descubrí la meditación y me formé en la técnica budista Vipassana, dí un paso más allá en  la anatomía desde la tanatopraxia y me instruí como facilitadora en picoterapia transpersonal

A día de hoy trabajo como voluntaria en una unidad de cuidados paliativos, colaboro con DMD en la defensa de una muerte digna, impulso Las Luziérnagas como red de cuidados compasivos y  acompaño a personas en duelo. 

Si consideras que en este momento precisas de acompañamiento en tu proceso vital puedes contactar.

Deseo, de corazón, que todos estos recursos te sirvan.

" Dormía y soñaba que la vida no era más que alegría. Desperté y vi que la vida no era más que servir. Serví y vi que servir era la alegría. " Rabindranath Tagore