Perder a un ser querido puede ponernos en una posición muy vulnerable por lo que apoyarnos en alguien desconocido nos puede generar incertidumbre. Entendiendo este hecho comparto mis experiencias y aprendizajes tanto a nivel académico como personal.
Mi primer acompañamiento se dio en 2011. Gracias a aquella experiencia descubrí que alguien ajeno a la familia, estando en sintonía pero sin sentir un dolor tan grande, puede ser de gran ayuda al final de la vida. Me ocupé de aspectos prácticos, de dar lo que se me pedía en base a mis capacidades y de escuchar con presencia por afecto, humanidad y compasión. Fue un gran regalo y un honor.
Después llegaron otros acompañamientos, pérdidas más centrales en mi vida. Conocí en primera persona la enfermedad, la muerte y el duelo por un ser querido que es pilar de la propia vida.
Elaborar mi duelo me llevó a sentir un agradecimiento inmenso y al deseo de Celebrar la Vida para poner en valor todo lo recibido, lo compartido, la vida que vivimos juntos y toda su vida antes de mí.
Comprendí el verdadero significado del Legado y la importancia de celebrar en comunidad. Los ritos de paso existen en todas las culturas porque son necesarios.
Dejar ir la vida de antes es imprescindible para que llegue la vida de ahora en todo su esplendor.
A nivel académico me formé como Técnico Sanitario en Anatomía Patológica con el deseo de colaborar en autopsias. Años más tarde me formé en tanatopraxia, acompañamiento al duelo y el trauma, voluntariado en cuidados paliativos, meditación y otras disciplinas necesarias para ofrecer un buen acompañamiento.
El acompañamiento al final de la vida solo es posible desde nuestra propia relación con la muerte. Por ello también pongo en valor la elaboración de mis duelos a través de la psicoterapia integrativa relacional, comprendiendo así el proceso tanto desde un punto de vista teórico como desde la experiencia emocional y corporal.
A lo largo de este tiempo he ido conociendo otras mujeres que se dedican al cuidado desde la psicología, la sanidad, el derecho o las artes y junto a ellas se va conformando este grupo de Luziérnagas con el deseo de acompañar el dolor que supone la pérdida.
Si consideras que en este momento precisas de acompañamiento en tu proceso vital puedes contactar con nosotras a través de nuestro formulario de contacto.
Esperamos, de corazón, que nuestros recursos te sirvan de ayuda